Alegría stèreo

Segundo día de la emisora, y la voz empieza a mejorar, hay gente que se preocupa por la dipción y la pronunciación y aunque poco se ensaya para estar a la altura.

Hoy la invitación era a  creer. Que es posible. Más allá de nuestras fuerzas y nuestros límites. Más allá de nuestras derrotas y nuestras alas quebradas. Más allá de la fragilidad que nos hace dudar. Más allá de enfadarnos con el mundo, con nosotros mismos, con los otros, o con Dios... Hay que creer. Creer y plantar cara a nuestros fantasmas con fortaleza, con valentía y con creatividad.  ¡No te rindas!

Dios conoce tu historia, conoce tus pensamientos, te acepta por completo. Dios te mira con amor aun cuando tú mismo no te ves con amor.

Disfruta de la vida, de las cosas que cada día ella te regala, observa amaneceres, atardeceres, disfruta de hablar, de reír, de soñar. Habla con la gente aunque sientas que no tienes tema de conversación. Y aprender a querer lo que Dios quiere.

También les hablamos del significado de la palabra  normal. Les explicamos que lo normal es que queramos devolver lo que hemos recibido. Y hacerlo con pasión. Lo normal es que aspiremos a la felicidad que se nos promete al darlo todo. Y lo normal es que eso empiece por la vida cotidiana, con aquello a lo que se dedica la vida. Y por quién se gasta. Bienaventurados, pues, los normales, porque ellos encontrarán el sentido de sus vidas, eso dice el Papa Francisco y nosotros lo creemos así.