¡La magia de compartir!
Después de
esperar durante horas en el aeropuerto de Bogotá, de perder a quienes me
esperaron durante horas llenos de emoción, tuvimos que decidir que volviesen a
Manizales sin mí. Así que acordamos que yo llegaría por mis propios medios...
Los medios no los tuve que buscar llegaron a mí sin esperarlos, para que
recordará la gratuidad y las formas tan familiares que son tipicas de estas
tierras. Me trajo un matrimonio, en un coche pequeño, se apretaron lo máximo,
me cargaron las maletas, me trajeron hasta casa y de paso se pararon en el
lugar más típico de Manizales donde se comen los mejores chorizos y me
invitaron, nunca me aceptaron un peso, me hablaron en todo momento de la
gratuidad, creo que han sido los encargados de darme la primera catequesis.
¡GRACIAS!
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